Socios para siempre: la cuestión oriental sin una respuesta europea

Puede que no haya cambios drásticos, pero la UE puede y debe cambiar a un enfoque de ‘status quo plus’ basado en la actividad existente

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Mantener el rumbo de la Asociación Oriental

Puede que no haya cambios drásticos, pero la UE puede y debe cambiar a un enfoque de ‘status quo plus’ basado en la actividad existente. 

El próximo mes, la cumbre de la Asociación Oriental (EaP en sus siglas en inglés) se reúne por quinta vez. Desde su creación en 2008, la Asociación Oriental ha evolucionado en respuesta a las nuevas circunstancias, pero todavía no llega a un programa transformador que sirva adecuadamente tanto a la UE como a los Estados socios.

Además, la asociación se encuentra ahora bajo la amenaza de dos fuerzas simultáneas: el populismo y el realismo en Europa.

Los populistas de los Países Bajos despertaron el año pasado temores de una afluencia de inmigrantes ucranianos y forzaron un retroceso de la asociación en la concesión de las «aspiraciones europeas” para Ucrania. Mientras que Hungría ahora ha amenazado con desmantelar el Acuerdo de Asociación de Ucrania con Europa después de que aprobara una nueva ley de educación que restringe la enseñanza de lenguas minoritarias.

Por el contrario, los comentaristas realistas argumentan que la transformación está ahora efectivamente muerta. Los miembros de la Asociación Oriental son vistos como incapaces de una verdadera reforma, y la UE como incapaz de proporcionar seguridad a la región. Además, muchos sostienen que aceptar la «esfera de influencia» de Rusia en la región reduciría el conflicto y aumentaría la estabilidad en la zona.

Como tal, hay un movimiento para reducir la ambición de la asociación y para tratar a los estados de la Asociación Oriental como estados intermedios independientes en lugar de considerarlos como posibles futuros miembros de la UE.

Esto sería un error, argumenta un nuevo informe del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR en sus siglas en inglés). Rusia necesita un conflicto con Occidente para sus fines nacionales, independientemente de si ese conflicto realmente está sucediendo o no. Como resultado, si Europa diluye su compromiso en el este, la estabilidad no se producirá.

En cambio, Europa debería mantener el rumbo de la Asociación Oriental. Puede que no esté sobre la mesa una reinvención espectacular de la política, pero las reformas más inteligentes aún pueden lograr progresos sin la necesidad de nuevos recursos o iniciativas.

Por ejemplo, la UE puede centrarse en las políticas que tienen mayor impacto en la vida de la gente, para que viajar sin visado sea una realidad o abolir las tarifas de roaming. También puede ayudar en la implementación de las reformas ya acordadas mediante la instalación de una «cláusula de reembolso», para recortar los fondos de la UE si no se alcanzan los objetivos. Y puede ayudar a Ucrania a lograr la independencia energética mediante la integración de Ucrania en ENPSOG (gas) y ENTSO (electricidad).

Además, debería prestar más atención al lenguaje, buscando expresiones de solidaridad más positivas a fin de proporcionar a los reformadores de la región capital político para sus esfuerzos. Y finalmente, la UE debe ser más dura con la erosión democrática dentro de la UE, especialmente en estados vecinos como Hungría, si quiere que sus políticas de democratización tengan credibilidad en el este.

Nota para los editores

El autor del informe Andrew Wilson está disponible para comentarios. Puede ser contactado a través del siguiente correo electrónico: [email protected]

También pueden ponerse en contacto con el director de comunicación de ECFR, Conor Quinn, a través de [email protected] o en el teléfono +44 7413 636 323.

El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores no adopta posiciones colectivas. Las publicaciones de ECFR solo representan las opiniones de sus autores individuales.