Turquía en la encrucijada

El pasado jueves 19 de enero a las 19h debatimos en un evento público, “Turquía en la encrucijada”, con Asli Aydıntaşbaş, Senior Fellow, sobre Turquía, su situación interna y relaciones con Europa. 

Guests

Asli Aydıntaşbaş, Senior Policy Fellow de ECFR. 

Chaired by

Francisco de Borja Lasheras, director de la oficina de ECFR Madrid. 

El pasado jueves 19 de enero a las 19h debatimos en un evento público, “Turquía en la encrucijada”, con Asli Aydıntaşbaş, Senior Fellow, sobre Turquía, su situación interna y relaciones con Europa. 

Hace apenas un año, el contenido del evento hubiera sido probablemente muy distinto pues, como señala Asli, el fallido golpe de Estado ha cambiado las reglas del juego.

A la inestabilidad que trajo consigo el frustrado golpe, hay que sumar la respuesta por parte del gobierno de Erdogan, criticada por la comunidad internacional y la UE. Como señaló Asli, la candidatura de adhesión de Turquía a la UE se encuentra en “estado crítico” — si no “muerta” —, tal y como demuestra la decisión del Parlamento Europeo del pasado diciembre de paralizar el proceso. 

La sociedad turca está hoy altamente polarizada tanto por condiciones estructurales — e.j. crispación entre distintos grupos religiosos y étnicos — como por las secuelas del fallido golpe. Durante el debate se subrayó además el hecho de que no se pueden pasar por alto ni la dura amenaza terrorista que ha atenazado a Turquía durante el último año, ni la inestabilidad derivada de un vecindario sumido en conflicto.

La crisis migratoria en el Mediterráneo es otro factor clave para entender las relaciones entre Turquía y la UE en los últimos tiempos, pues la Unión se vio avocada a buscar ayuda en el controvertido gobierno de Erdogan. Esta relación de interés mutuo está, no obstante, desequilibrada: Turquía es plenamente consciente de su capacidad de influir sobre Europa por su posición estratégica en las rutas de inmigración no regulada. Este papel privilegiado crece por la ola de populismo xenófobo tras la llegada de inmigrantes desplazados por conflictos en Oriente Medio y África. Tanto Ankara como Bruselas — y todas las capitales europeas — saben que, en caso de que el acuerdo EU-Turquía fracasara, no pocos partidos populistas de extrema derecha instrumentalizarían en las elecciones de 2017 el previsible repunte en el número de llegadas de inmigrantes irregulares a Europa para capitalizar políticamente el supuesto “descontrol” de las fronteras.

Por otra parte, el gobierno turco se encuentra desde hace más de un año en un momento de recalibrar posiciones respecto a sus aliados tradicionales. Si bien las relaciones Turquía-Rusia se encontraban hace un año en uno de sus puntos más bajos, hoy Erdogan favorece un acercamiento no solo al régimen de Putin, sino al de otros regímenes autoritarios en general. Para Asli, esta preferencia se traduce en el claro aumento de la incertidumbre que conlleva, primero, que Turquía se pueda alejar de sus aliados tradicionales —especialmente EEUU— y, segundo, embarcarse en relaciones más volátiles e impredecibles.

 Por todo ello, la UE debe implicarse más en la situación de Turquía y desarrollar nuevos métodos e instrumentos para hacerlo. Para Asli, tener visión a largo plazo y adoptar una postura de “paciencia estratégica” es fundamental para apoyar la evolución domestica del país de una forma sostenida y constructiva. Dejando a un lado todas las dificultades a las que debe hacer frente Turquía, la UE no puede olvidar el enorme potencial del país y el complejo nivel de interdependencias que comparten Turquía y la UE. 

                                                    

 

 

19.01.2017 Turquía en la encrucijada